Si bien la marca no tiene planes de vender este modelo en la Argentina, al menos en su primera generación, sí forma parte de un programa de demostración que va implementar la marca a lo largo del globo para difundir sus estrategias de locomoción eléctrica, de modo que en breve podremos al menos algunas unidades de este modelo rodando en la calle.
Según Chevrolet, este vehículo inaugura un nuevo segmento en el mercado automotriz mundial ya que proporciona los beneficios tanto económicos como ambientales de un vehículo eléctrico, pero sin las conocidas limitaciones de autonomía asociadas con este tipo de tecnología.
En este punto, hay que mencionar que se generaron amplias discusiones y polémicas alimentadas sobre todo por las marcas de la competencia, ya que Chevrolet encuadra al Volt dentro de una nueva categoría, que denomina “Eléctrico de rango extendido”, pero las empresas rivales aseguran que se trata de un híbrido ya que para su funcionamiento se vale de un motor de combustión que consume nafta.
Pero más allá de la discusión semántica, lo cierto es que el Volt carga sus baterías a través de la red eléctrica domiciliaria y que el consumo de nafta asociado a su funcionamiento es muy reducido y se vuelve casi nulo si se lo usa de a tramos menores a los 60 km con la posibilidad de cargas eléctricas entre uso y uso.

¿Cómo funciona?
El sistema de propulsión está formado, entre otros elementos, por un paquete de baterías, dos motores eléctricos y un motor naftero. Uno de los motores eléctricos se alimenta del paquete de baterías de iones de litio de 16 kWh, y es el que está asociado a la transmisión del vehículo, y por ende el que impulsa el vehículo. Por otro lado, está el segundo motor eléctrico. Se trata de un generador, que es alimentado por un motor de combustión de 1.4 litros, y es el que aporta la energía necesaria para la propulsión del vehículo cuando la capacidad de las baterías comienza a flaquear.
Los ingenieros de Chevrolet presentes en la disertación se encargaron de hacer énfasis en que el motor de combustión no es el que carga las baterías, como sucede en los vehículos híbridos como el Prius, ya que éstas se cargan a través de un enchufe especial que se conecta a la red domiciliaria.
Cuando se circula con el Volt, las emisiones y el consumo de nafta son nulos hasta que la carga de la batería baja de cierto nivel. Entonces, el motor de combustión se pone en funcionamiento para proveer de electricidad, a través del generador, al motor eléctrico asociado a la transmisión. Esto le permite hacer recorridos de hasta 610 km, que es la autonomía total, con la batería totalmente cargada y el tanque lleno. Claro que para recorrer esa distancia necesitará del aporte del motor de combustión que de manera indirecta aporta su energía a la propulsión. Esto es lo que distingue al Volt de vehículos de funcionamiento sólo eléctrico que se deben dejar de utilizar hasta que se realice una recarga de la batería.